TU, YO Y EL CINE: LOS CUATRO TERRIBLES


Título original: "Fantastic Four"
Dirección: Josh Trank.
Guión: Jeremy Slater, Simon Kinberg, Josh Trank.
Director de fotografía: Matthew Jensen.
Música: Marco Beltram, Philip Glass.
Reparto: Miles Teller, Jamie Bell, Michael B. Jordan, Kate Mara, Toby Kebbell, Reg E. Cathey, Tim Blake Nelson, Tim Heidecker.

Los Cuatro Terribles.

Hay una constante que generalmente se repite al hablar del cine de súperhéroes. El espectador es consciente del largometraje que va a ver y, aunque sabe que no está ante la mejor película de su vida, espera cantidades masivas de entretenimiento, junto a , sí es posible, una doble ración de comedia con alta dosis de sarcasmo. 

Esto ha funcionado muy bien siempre con el universo Marvel: "Los vengadores", "Iron Man", "Capitán América", "Thor" o el futuro blockbuster a estrenar, que se espera que encandile a la taquilla mundial, "Deadpool". Su técnica es directa y sencilla. Personajes generalmente solitarios, con inteligencia superior a la media, sentido de la justicia (a su manera) y un humor propio muy particular. Nacen con poderes o son elegidos/convertidos por una empresa de tecnología pro (o por ellos mismos) para ser los nuevos cracks del universo. Mucha acción, peleas, gente tremendamente guapa y conversaciones simpáticas y.... BUM, se convirtió en Chocapic. Nueva película que arrasa en medio mundo.

A pesar de eso, me gustan bastante. No mienten en cuanto a lo que son: Entretenimiento puro y duro. Y para qué negarlo, "Los Vengadores" son puro vicio.

Y mientras unas triunfan tanto, otras... Hacen lo que pueden de una manera extraña. Y este es el caso del remake de Los Cuatro Fantásticos. Vayamos con calma, que tiene tela el asunto. 

El film narra la historia de un niño llamado Reed (Miles Teller), solitario, inteligentísimo, un visionario  en la ciencia y tecnología al cual nadie parece valorar y que tiene un padre maltratador. Un día, porque sí, se hace amigo de un tal Ben (Jamie Bell), que parece el típico niño matón, pero por algún motivo, le cae bien Reed y acepta no partirle la cabeza con un bate si a cambio le enseña las cosas estupendas y súper secretas que crea, como un teletransportador que tiene en el garaje, y que puede dejar sin electricidad a toda Nueva York. (Con lo que le costó a Don Cheadle apagar un hotel en Las Vegas en Ocean's Eleven...) Así pues, se hacen amigos para siempre. 15 años después han avanzado del garaje a un concurso de ciencias y ahí, de casualidad, conocen a un hombre que les promete el oro y el moro y les cuenta que no hacen teletransportes normales, sino que desplazan objetos a otra dimensión. Una persona normal no le creería, pero ellos deciden hacerlo porque parece un hombre muy serio y, además, resulta que tiene una hija soltera (Kate Mara) que está buena, pero también es muy seria e inteligente, de la cual Reed se pilla al verla, así que decide aceptar su oferta de trabajo. De ahí se desplazan veinte metros a un súper laboratorio secreto en el centro de la ciudad, donde Reed prescinde de Ben, porque no pinta nada ahí. Allí conocemos a Victor, el futuro malo-inteligente-sin-ganas-de-vivir que nos da igual, y a John (Michael B. Jordan), que es el hijo vándalo del hombre serio que hace... Cosas ilegales con coches, pero no importa porque es muy listo. La cuestión es que el hombre serio los junta a todos, porque son genios obviamente, para hacer el teletransportador de Reed en grande. Lo consiguen y aquí empieza el acabose de la película. Se cuelan todos una noche en la máquina, incluido Ben, que por la cara Reed se lo lleva con él, y les afecta el yoquesé que hay allí en la otra dimensión, que parece el interior de un volcán en erupción constante. Todos vuelven, menos Victor, que necesita tiempo para convertirse en un malo sin coherencia alguna. Luego ya cada uno adopta los poderes estos, Reed huye, el resto son esclavos del gobierno, pillan a Reed y lo traen de vuelta, Víctor vuelve a la Tierra como súper malo sin argumentos, luchan contra él en la peor batalla de la historia (que incluye los peores efectos de la historia) y... Ganan y tienen un laboratorio súper secreto por ahí donde pueden hacer cositas científicas todos juntos. ¿Qué cositas? Ni lo sabemos, ni nos importa.

Pues sí, esto es. No es que os acabe de contar toda la película, es que os acabo de ahorrar hora y media de coñazo. Así que de nada. 

En resumen. Cero argumento coherente, personajes tipificados y estúpidos, malos efectos especiales, interpretaciones mediocres a pesar de los actorazos (Miles Teller es un grande y... Aquí está perdido) y ya. Todo lo bueno del cine de superhéroes se lo saltan. Resulta larga, sin sentido y muy aburrida. Se salva la fotografía, que no está tan mal, y la dirección es simplemente correcta. Así que... No. No la veáis, y si no tenéis más remedio, pedid que sea la antigua. Es igual de mala, pero al menos te ríes.

3/10 y porque me pilláis en un día generoso. 

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