TU, YO Y EL CINE

Título original: The Lobster

Año: 2015

Dirección: Yorgos Lanthimos

Guión: Efthymis Filoppou, Yorgos Lanthimos

Fotografía: Thimios Bakatakis

Reparto: Colin Farrell, Rachel Weisz, Jessica Barden, Olivia Colman, Ashley Jensen, Ariane Labed, Angeliki Papoulia, John C. Reilly, Léa Seydoux, Michael Smiley, Ben Whishaw, Roger Ashton-Griffiths, Rosanna Hoult, Heidi Ellen Love

Crítica 5. El amor no existe, es ciencia ficción.

Yorgos Lanthimos lo ha vuelto a hacer. El maravilloso director de “Canino” ha bajado de entre los dioses para dar una lección a los mortales, dejándonos su última obra “Langosta”, su primera obra íntegra en inglés, ya dicho sea de paso.

No voy a negarlo, quizás ésta crítica sea especialmente dura de escribir, por el hecho de no querer dejarme llevar por la euforia del momento y alabarla hasta el fin de los días (aunque eso desee), pero dada la mala prensa que ha recibido últimamente, me he animado en salir en defensa de una de las grandes películas del año, y eso que queda menos de un mes para que finalice.

Lo primero que debéis saber es que “Langosta” no es una historia de amor. Al menos no del amor al que nosotros llamamos como tal, sino que el concepto en sí se aleja de lo romántico para acercarse a la obligación y a la imposición de la sociedad como algo básico. 

En un futuro distópico todo el mundo debe tener pareja y estar en pareja. Los solteros son individuos necesitados que son recluidos, bajo las normas de la Ciudad, en un Hotel donde se les obliga a enamorarse en un plazo de 45 días. Si no lo cumplen serán desertados de la sociedad, o peor, convertidos en un animal.

Esta es la historia de David y de su búsqueda del amor, pero como ya os he dicho, no es una historia de amor. 

“Langosta” sorprende y atrae camuflada de comedia, pero con tintes de film de crítica social, donde se abordan cuestiones como la soledad, vivir sólo o acompañado y el temor hacia el propio amor, además de su idealización en muchos casos. ¿Dejarías que te mataran por amor? 

¿Matarías por amor? ¿En cuanto tiempo eres capaz de enamorarte? ¿Existe realmente un amor desinteresado? 

Lanthimos juega con esa delgada línea entre lo correcto e incorrecto, realizando una fábula fantástica donde nuestros protagonistas están casi más perdidos que el espectador en sí. Su dirección es atrevida y juega muy en compenetración con la utilización de la fotografía dependiendo de los personajes y el escenario. Probablemente nos encontremos ante una de las mejores bandas sonoras del año, la cual se queda fija en tu mente para acompañarte mucho después de dar por terminada la película.

Y mientras toda la parte técnica sucede, Colin Farrell está perdido en la pantalla ante nuestros ojos. Cabe destacar las grandes similitudes con otro de los grandes personajes de los últimos años y es el de Joaquin Phoenix en Her. Tienes la extraña sensación de que Farrell podría ser su hermano o una calcomanía extraña, que, casualmente, siente y padece de amor, aunque un amor distinto. Farrell, Weisz y Seydoux destacan por encima de un reparto que cumple a las mil maravillas, dejándonos imágenes para la posteridad, como la escena en el que Farrell y Weisz tienen su primer contacto íntimo bajo los árboles o, mi favorita dentro del rango comedia, los solteros bailando música tecno en el bosque (porque es el único tipo de música en el que pueden bailar solos)

¿El resto del film? Para el disfrute. Si bien es cierto que es un proyecto que se aleja de lo convencional y ese es su mayor lastre. No tiene nada que envidiarle a las grandes superproducciones del año, pero quizás su talón de Aquiles es su falta de ambición de cara al panorama internacional. He leído y releído muchas críticas de directores y cineastas sobre esta producción y de cómo no acaba de transmitirles nada y la tildan de moderna y retorcida. Bien es cierto, que aunque han sido grandes nombres y revistas los que han lacrado el film de Lanthimos, nadie tiene la verdad absoluta y la influencia de otro tipo de comedias, además de la mala comparación que siempre se hace, sin duda ha podido con ésta película griega. 

Igualmente mi pronóstico es favorable. Quizás no este año, ni el siguiente, pero será recordada por su valentía, por su humanización de una sociedad casi sin escrúpulos, sus tintes y aciertos en comedia y por un reparto que se lo gana desde el minuto uno de metraje.

Así que... ¡Huid, insensatos! Porque pocas veces está en cine algo que generalmente no se ve en las grandes salas y eso siempre es digno de alabar. (Y lo dice un proyecto de directora).