Una vez les dijeron a mis humanos que yo
podría dormir encima de la nieve ¡jajaja! Quien lo dijo no me conocía, porque
soy más friolero que mi mami humana y eso ya es decir, que ella antes de que
empezase esta ola de frío polar ya llevaba doble pantalón.
Y es que, veamos, ¿a quien haciendo frío le
apetece seguir pasando frío? Está claro que habrá quien disfrute del frío y
según me explica mi humana hay perritos que no tienen tanta suerte e igual no
les queda otra, pero yo teniendo estufas, mantas y chimenea ¡venga ya! En la
nieve me tumbaría con las olas de calor, pero parece que no va junto. Eso sí, para jugar la nieve es genial, incluso para comenserla!!!
Yo a la que empieza a irse el verano ya
reclamo mi mantita delante del sofá, en verano me da igual tirarme en el suelo
que está fresquito y algo alivia, pero llega un punto en el que empiezo a
decirle a mis humanos que o hay mantita o paso de tirarme en el suelo.
Luego, toca el tema de las estufas. Aquí la
humana llega un momento en el que hace aparecer las estufas, pero que no las
enciende. El otro día tuve que
transportar mi manta y ponerla delante de la estufa para que viese que tengo
frío y quiero ese calorcito que saca ese chisme. Y es que de estufas tienen dos
tipos, unas que dan calor sin más y otras que parecen una chimenea pequeñita, a
esta me gusta acercarme mucho e incluso me salgo de la manta, pero a la que me
ven me regañan y me dicen que me voy a quemar. Veamos humanos, ¿qué pensáis? No
soy tonto e igual que no dormiría encima de la nieve tampoco me quemaría. Pero
ellos parecen leerme la mente y me sueltan ¡ya te quemaste una vez la cola y
olía a perrito caliente! Se ve que es un chiste pero yo no lo entiendo. Y si
eso realmente pasó, que yo no me acuerdo, debía ser muy pequeño y todavía
estaba conociendo el mundo.
Pero si hay algo divertido relacionado con
el frío, eso es la chimenea. ¡Y es que lo tiene todo!
Primero suben a casa palos para jugar
¡palos en casa! Ellos no me dejan entrar palos y si cuando era pequeño venía
del paseo con uno, me hacían dejarlo en la puerta. Pero durante el frío ¡me los
suben ellos mismos! Eso sí, mi humano no hace más que regañarme cuando me
acerco a los palos, pero siempre busco algún momento en que estén distraídos y
robo alguno. Normalmente durante un rato puedo jugar con él, hasta que me
pillan y lo meten en la chimenea. Cierto es que al cacharro ese también le dan
palos y se debe poner contento y nos da calor. Y menudo calor. Cuando encienden
la chimenea paso a reclamar mi manta delante de la chimenea. Esto siempre
provoca que me regañen diciendo que me mueva yo mismo la manta, a veces tan
listos y a veces tan tontos… si yo se moverla, pero es más cómodo que me hagan
caso ellos. Pero se ve que esto no sólo me lo dicen los míos a mi, hoy una
novieta que tengo (ya os hablaré de ella en otro momento) me ha dicho que su
humana también quiere que se mueva ella misma su cama. Así que parece ser
cabezonería humana.
Menudas siestas me pego delante de la
chimenea, lo que más me gusta es cuando ellos se van a dormir y yo me quedo
delante con todo el calor para mi, estos humanos no saben lo que se pierden de
dormir delante de la chimenea.
Y es que esto del frío es como la lluvia,
veamos, si yo estoy por ahí de paseo y llueve, pues me mojo y corro y me da
igual. Pero salir de casa, donde estás a gustito, para llegar a la puerta y ver
que llueve, pues paso. Mi humana se cree que me engaña y se prepara para que
salgamos y cuando llegamos a la puerta y veo agua en el suelo… patas para que
os quiero y me subo corriendo a casa. A veces me intercepta y me obliga a
salir, alegando que tengo que hacer pipí, pero mujer, que me voy a mojar, ya
saldremos más tarde. Si he conseguido no salir, ella va haciendo intentos de
engaño, pero yo que soy muy listo, miro por la ventana o salgo al balcón y como
sigan cayendo gotas me tumbo para dejarle claro que si quiere se vaya ella. Una
vez que para no tengo problema en salir, de hecho es super divertido correr por
la hierba mojadita y hay más cosas que oler!!!
Bueno, os voy dejando que acaban de
encender la chimenea y les tengo que convencer para que muevan mi manta o
mejor aún, creo que les voy a pedir que
muevan el colchón. ¡hasta pronto!
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