Título original: The Martian
Año: 2015
Dirección: Ridley Scott
Guión: Drew Goddard
Fotografía: Dariusz Wolski
Música: Harry Gregson-Williams
Reparto: Matt Damon, Jessica Chastain, Chiwetel Ejiofor, Jeff
Daniels, Kate Mara, Michael Peña, Sean Bean, Kristen Wiig, Sebastian
Stan, Aksel Hennie, Benedict Wong, Mackenzie Davis, Donald Glover, Mark
O’Neal, Brian Caspe, Chen Shu, Eddy Ko
Crítica 4. Náufrago en Marte.
Por más que me lo digan, me cuesta cambiar. ¿Con respecto a
qué, preguntaréis? Fácil. El señor Ridley Scott. Que está mayor, ya lo
sé, y que sus últimas perlas de películas (La horrible e incalificable
“Prometheus”) dejan bastante que desear. Pero a mí me da igual. Y aunque
me lleve el desengaño de mi vida, yo voy a apoyarle hasta el final.
Romántica me llamaréis, pero yo creo que “Blade Runner” me dio muy
fuerte en el pecho y aún tengo la esperanza de volver a ver algo
parecido a manos de este director.
La cuestión es: Miércoles por la noche, me dispongo a ver la
esperada “The Martian”. Matt Damon junto a todo el elenco de "Interestellar". ¿Qué está pasando? ¿Por qué de pronto se han puesto tan
de moda las películas sobre el espacio? Si te quedaste con ganas de
saber más sobre la historia del granjero espacial, ahora te traemos al botánico espacial. ¿Qué?
¿Por qué? No. En serio. Basta ya. Y por lo menos tened intención de
renovar el casting, digo yo. Daba toda la sensación de estar viendo la
segunda parte del film de Christopher Nolan, pero una versión más buenrollera y con música de los setenta.
Aún así, vamos al grano. El film narra la historia de un grupo
de exploración de científicos en Marte que son sorprendidos
por una terrible tormenta durante sus investigaciones. Uno de los
científicos, Mark Watney (Matt Damon) es dado por muerto tras recibir un
fuerte impacto. Pero nada más lejos de la realidad. Watney
está vivo, y tras la marcha de su tripulación del planeta, no sólo debe
tratar de comunicarse con la NASA para su rescate inmediato, sino que
debe sobrevivir en un planeta inhabitable para el ser humano.
Ante estas perspectivas, una no puede tratar de evitar
compararla con la memorable -y una de mis películas favoritas-
“Náufrago” de Robert Zemeckis, film en el que el protagonista, Tom Hanks, debe sobrevivir en una isla desierta tras un accidente aéreo dejándolo como único superviviente. La desesperación, la soledad o la necesidad
de contacto humano se cuelan dentro de la cinta, mostrando como se
comporta el ser humano en condiciones extraordinarias.
Quizás es lo que me esperaba yo. Pensadlo por un segundo.
Marte. Contacto con la tierra prácticamente nulo. Los humanos más
cercanos al protagonista están a un año de distancia y, sin olvidar, Watney se encuentra en un
planeta que no está preparado para la vida humana. ¿Panorama desolador,
verdad? Pues a pesar de eso, Watney se aleja del memorable personaje
interpretado por Tom Hanks y nos regala un botánico espacial que no lo
pasa mal jamás, de hecho, parece estar muy contento con la situación que
está viviendo, haciendo bromas constantes a través de una especie de videoblog que se graba dentro de la estación espacial.
No sé que pensar. No es una mala película. Como recalco anteriormente, la cubre un aura de buen rollo y
felicidad, que hace que sea fácil de llevar, a pesar de que la película
se alarga (injustificadamente) a más de dos horas y media de metraje. Pero se podía hacer
más. Mucho más. Scott tenía a su disposición a un protagonista que se
deja la piel actuando. (No hay que negarle a Damon el trabajo bien hecho) Y un reparto coral que
cumple y que está lleno de estrellas. ¡Y joder! Que Scott ha conseguido
que la NASA patrocine esto. ¿Qué más se puede pedir?
Uno tiene la sensación cuando está viéndola de estar ante una sitcom en el
espacio. Te preocupas por el personaje, sabes que pueden pasarle cosas
malas, pero en el fondo, todo saldrá bien.
¿Que se podría cambiar para tratar de mejorarla? Para mí, más allá de cualquier
otro tipo de queja, dos cuestiones fundamentales. La primera es tratar con
entereza y respeto al personaje de Matt Damon. La necesidad de mostrar el positivismo constante y la falta de desesperación del personaje nos aleja como espectadores de empatizar con él, independientemente de que nos caiga bien o no.
Y lo segundo, y es algo casi repetitivo y mostrar en películas recientes de ciencia ficción, es evitar diálogos explicativos, dejando de tratar al espectador medio de idiota. No necesitamos toda la información mascada y diálogos obvios para entender que está pasando. (Spoiler: Ved la escena
donde explican como la tripulación va a volver a por Watney)
En conclusión, es una buena película para una tarde de Domingo.
Te ríes, le coges cariño al personaje, el final cumple con las expectativas, pero no te dejará esa sensación de que estás ante algo grande. Es
sólo algo que está, te parece bien y desaparece de tu mente. Y eso, a mí forma de ver, es una pena.
No se preocupe, señor Scott, seguiré esperando a su próxima obra maestra. Tarde lo que tarde.
No se preocupe, señor Scott, seguiré esperando a su próxima obra maestra. Tarde lo que tarde.
Alba
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