RINCONCITOS DE MI MEMORIA: Villa Adriana en Tívoli

Bueno, bueno, tras mucho tiempo sin escribir aquí volvemos cargaditos de nuevas entregas. Para ponerme las pilas vuelvo a atacar con Italia, los que nos seguís sabéis que Italia tiene algo que me tiene enamorada ... Pues bien, hoy nos vamos a la ciudad de Tívoli, a ver una de esas maravillas que no te dejan indiferente, dónde ves de lo que eran capaces los arquitectos romanos, de qué imaginación e idea tenían para crear aquello que crearon. 

Tívoli está situada al noreste de Roma, lo que nos permite hacer una escapadita desde ella. Y vale la pena, no lo dudéis. Tibur es el nombre con el que se conocía a esta ciudad que fue base y escenario de muchos y diversos acontecimientos de la historia y por lo tanto guarda muchos tesoros en ella. Pero ¿qué os lo que os quiero enseñar a través de las palabras y alguna fotillo? Pues la Villa Adriana, que es sin duda uno de los lugares que tenía muchísimas ganas de conocer de todos aquellos que había leído y estudiado.  Y os puedo asegurar que no me decepcionó, realmente al contrario, me enamoré todavía más si es que era posible. 

Nada más y nada menos que la villa imperial que el emperador Adriano ideó e hizo construir todo un conjunto de elementos arquitectónicos no sólo romanos si no que gracias a sus viajes había tomado ideas de edificios griegos y egipcios de los que se enamoró y quedó fascinado y que por tanto, decidió incorporar en la que sería su villa imperial. Este complejo fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1999 por la UNESCO. El emperador Adriano era de nuestra Hispania, ni más ni menos que antepasado de nuestros vecinos sevillanos. 

En la página web del complejo habla de dos recorridos uno que sería el que puede llamarse básico con una duración de 1 hora y media y el completo que serían unas 3 horas. Pero si os soy sincera esto creo que implica un tour express de esos como los que hacen algunos turistas que en 7 días "visitan" Europa ... Y no digo que tengáis que gastar dos días como hicimos nosotros (imaginad la cantidad de fotos que llegamos a hacer), pero si que utilicéis un día, de tranquis, así paseando y disfrutando del sitio y lo completéis comiendo por allí. 

En el caso de esta visita es muy recomendable una audioguía o bien una guía completita para poder entender lo que estáis viendo, pero no os llevéis a un arqueólogo que ya veis que no os dejaría salir en dos días de allí. ;) Lo siguiente importante es pasar por la sala dónde se expone una maqueta de la villa y así os podéis hacer una idea. 


Quizá lo que yo destacaría de la villa y lo que invita a pasear por ella, es el hecho de que los jardines forman una parte importante en su construcción, esto permite relajarse y caminar tranquilamente junto a las construcciones que contienen agua que realmente son increíblemente grandes. 

Destacaremos algunos de los puntos que a mi personalmente más me impresionaros, pero toda ella en sí es increíble, os recomiendo que busquéis una de las reconstrucciones virtuales que corren por internet que no tienen desperdicio. 

Pecile, se trata de un jardín que estaba doblemente porticado y había sido construido alrededor de una piscina, los pórticos hacían posible pasear por ellos en cualquier época del año. La idea original de esta construcción era un edificio que el emperador vio en Atenas, dónde se realizaban espectáculos Del pórtico queda en pie una de las paredes que mide 9 metros de alto, la verdad que ver una pared original de esta altura ya es un elemento a admirar. 

La pieza estrella por la que llevaba años queriendo visitar villa Adriana es su Teatro Marítimo, actualmente está en proceso de restauración. La zona columnada que se refleja en el canal que crea una isla artificial, es lo que podéis ver en la foto, dónde se encontraría una domus que se entiende como el lugar de retiro privado del emperador. 



Las termas también están presentes en esta villa imperial, de hecho hay dos complejos identificados de los que podríamos destacar la sala del frigidarium de las termas pequeñas que estaría al aire libre. Quien fuese a la época romana  y pudiese disfrutar de estos lugares tan exquisitos. 

El Canopo es sin duda otro de esos puntos que te dejan con la boca abierta, en este caso es un reflejo de uno que se encontraba cerca de Alejandría. Como veis en la foto es una gran piscina que está rodeada por columnas, cariátides y estatuas. Si miramos al fondo vemos un espacio cubierto, en él hay un espacio para banquetes que debía ser increible con vistas al agua. Si nos lo imaginamos cubierto por mármol y mosaico, nos recordaría a las grandes fuentes que encontramos en algunas casas o espacios de Pompeya pero llevado a un nivel superior, creando una fuente monumental. Las esculturas de cocodrilos, una representación del Nilo ... todo ello ayudaría a esa imagen de oriente que pretendía evocar el emperador. 





No dejaremos de nombrar el Antinoeion por su importancia referente al personaje en honor al que se construyó, Antinoo, alguien muy especial para el emperador Adriano, dónde se utiliza un estilo con tendencia egipcia. 

Aix, ya tengo ganas de volver a Italia. ¿Y vosotros? ¿Os animáis a descubrir la villa del emperador Hispano?




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